Ansiedad y el Sexo

La ansiedad «normal» es una respuesta adaptativa a un desafío o peligro, su función es activar conductas apropiadas para resolver dichos desafíos. La Ansiedad puede ser contraproducente cuando este estado de preocupación, miedo e inseguridad genera malestar.

Así pues, son muchas las personas que experimentan ansiedad durante las practicas sexuales, provocando alteraciones en la respuesta sexual.

El efecto de la ansiedad sobre la sexualidad puede variar significativamente según el grado de ansiedad, del contexto u otros factores que puedan incrementar dicha ansiedad.

Para poder disfrutar de buen sexo, deben prevalecen niveles bajos de ansiedad, para poder centrarse en el momento actual y en las sensaciones que se están produciendo.

En muchas ocasiones los mitos que tenemos entorno al sexo afectan a este nivel de ansiedad. Haciendo que la Ansiedad se presente de forma diferenciada según el sexo:

  • La ansiedad en las personas con pene, se centran en la mayoría de casos en conseguir y mantener la erección, controlar la eyaculación y en que su pareja sexual llegue al orgasmo.
  • Las personas con vulva en su mayoría se preocupan por si les va a doler la penetración o por no poder llegar al orgasmo.

Esta ansiedad hace que el acto sexual sea percibido como si de un examen se tratase y con miedo a que vuelva a ocurrir, generando un circulo de preocupación y mal sexo.

En muchas ocasiones, nos responsabilizamos del placer de la otra persona y dejamos de lado nuestro placer, haciéndonos sentir nervioso por nuestro rendimiento en esta tarea que nos hemos autoasignado.

Una de las teorías que mas se pueden relacionar con este hecho es la teoría del Flow, de Mihaly Csikszentmihalyi. En ella explica, como podéis ver en el siguiente gráfico, que para tener una experiencia óptima, debemos encontrarnos absortos en una actividad para nuestro propio placer y disfrute y dejarnos fluir.

Alguna de las características que hacen que tengamos ansiedad son:

  • Estamos desconcentrados y preocupados.
  • Tenemos miedo al fracaso y sentimos poco control de la situación.
  • Creemos que no disponemos de las herramientas o experiencia para desarrollar correctamente la actividad.

Todos estos factores influyen en la frustración, al estar ansiosos y preocupados difícilmente estaremos en ese estado que nos permita disfrutar de la experiencia generando aún mas frustración.

Tal como dice Sylvia de Bejar en su libro «Tu sexo es tuyo»:

«Demasiadas ideas preconcebidas, demasiadas inseguridades, demasiadas interferencias… ¡Así no hay quien disfrute del sexo!»

Para eliminar esta sensación debemos saber que nos la está generando, por ello recomiendo acudir a un especialista que nos ayude tanto a identificar la ansiedad, localizar la causa como buscar posibles soluciones. La ansiedad de rendimiento es un síntoma muy común pero que genera mucho malestar tanto individual como en la pareja.