¿El lado oscuro de los succionadores?

¡Este año han sido toda una revolución! Son muchas las personas que lo han probado y han proclamado lo fantástico que es!

Algun@s quizás lo hayan nombrado «el dios de los juguetes sexuales» y quizás no se equivocan, pues son muchos sus aspectos positivos, pero también hay un «lado oscuro» del que hay que ser conscientes.

Como con todo en esta vida, si se abusa de algo puede llegar a ser perjudicial. Y con los succionadores ocurre lo mismo.

Los succionadores no son un juguete tan nuevo como se piensa la gente. Muchas personas han disfrutado desde hace unos cinco años de sus efectos, los creadores fueron Womanizer. Por ello empiezan a observarse los efectos negativos que estos pueden tener en nuestra sexualidad.

Aquellas personas que lo han utilizado durante mucho tiempo, nos han dicho que ahora les cuesta más llegar al orgasmo. Sin ellos les resulta muy difícil y con el propio juguete han tenido que ir aumentando la potencia para conseguir el orgasmo con la misma rapidez y potencia.

¿Porque después de utilizarlo durante mucho tiempo nos cuesta más alcanzar el orgasmo?

Todo empieza cuando, al conseguir de forma tan rápida, eficaz y potente un orgasmo, dejamos de utilizar otras formas de estimulación y solo nos centramos en utilizar dicho juguete y lo utilizamos con mucha frecuencia.

Al utilizarlo asiduamente puede provocar una efecto llamado habituación. Nuestro cuerpo se acostumbra al efecto del succionador y para llegar al orgasmo cada vez nos costará más tiempo o más potencia del juguete. Como sabemos que con él succionador conseguiremos un orgasmo seguro, ya no intentamos otras cosas y nuestro cerebro aprende muy rápidamente, y a veces eso puede ser contraproducente, como en este caso. Nuestro cerebro se «acostumbra» a ese estimulo y cualquier otra forma de estimulación no será tan efectiva, esto es debido a la facilidad de nuestro cerebro en aprender y adaptarse al entorno.

¿Como puedo evitar que eso me ocurra a mi?

Para conseguirlo solo tenemos que ir a la teoría conductista de la psicología. No os preocupéis no es complicado.

Básicamente consiste en deshabituarnos. Siguiendo estas pautas muy simples os puede ayudar a que no os ocurra:

1 – No utilizar siempre el succionador.
No tenemos que masturbarnos o tener sexo siempre con el succionador

2 – Alternar el succionador con otros juguetes.

3 – No focalizarnos solo en una parte de nuestro cuerpo.
Con el succionador centramos toda nuestra atención en el clítoris cuando existen otras partes de nuestro cuerpo que pueden ser estimuladas y experimentar diferentes tipos de placer.

¡STOP!

Nuestra sexualidad y nuestros orgasmos no deben depender de ningún juguete y menos único.